La sencillez de la preparación puede que nos haga pensar que el resultado será burdo e industrial, pues nada menos similar a la realidad. Cuando partes esta maravilla de muffin se desprenden todos esos aromas a frambuesa, limón, vainilla y chocolate blanco pero cuando lo saboreas, esos aromas se convierten en una explosión de sabores maravillosos.
Ingredientes secos:
- 2 1/4 tazas de harina todo uso
- 1/2 c/p de bicarbonato sódico
- 2 c/p de polvo de hornear
- 1/2 c/p de sal
- 1 taza de azúcar blanco
Ingredientes Húmedos:
- 1 taza de suero de leche
- 2 huevos grandes
- 1/2 taza de aceite vegetal
- 2 c/s de zumo de limón
- 1 c/p de aroma de vainilla
- ralladura de 1 limón
- 1 taza de frambuesas
- 3/4 taza de pepitas de chocolate blanco
Decoración
- 2 c/s de azúcar de caña para decorar
En primer lugar elaboramos el suero de leche o buttermilk y para ello tomamos la cantidad de leche entera que solicita la receta y le añadimos unas gotas de limón. Reservamos hasta que la leche esté completamente cortada.
Precalentamos el horno a 180ºC calor arriba y abajo sin aire. Encapsulamos nuestro molde de muffins y reservamos.
En otro bol mezclamos de igual manera los ingredientes secos, harina, bicarbonato, sal, levadura y azúcar. Seguidamente lo incorporamos al bol mas amplio donde tenemos los ingredientes húmedos y seguimos integrando con las varillas hasta que no quede ningún grumo.
Por ultimo añadimos el chocolate blanco y las frambuesas que con una lengua de silicona o una cuchara de madera y movimientos envolventes los incorporamos.
Disfrutalas frías o atemperadas, en cualquier casa están increibles.
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